domingo, 6 de enero de 2008

Crónica

INJUSTICIAS RACIALES.


Por : Fara Armentero




Se va un año y llega otro y el gran número de jóvenes negros internados en cárceles cubanas es uno de los indicadores de que la integración racial ha fracasado.
Las autoridades no han podido poner fin a este flagelo heredado de la esclavitud africana en la isla y que cada día llama la atención de sectores más amplios en la sociedad que expresan su preocupación al respecto.
Es evidente que en determinadas disciplinas como el deporte, la música, la danza folclórica, la enfermería, la policía -que oferta altos salarios- la participación de negros es significativa.
En trabajos investigativos realizados por el Movimiento de Integración Racial Independiente (MIR) en la isla , se puede apreciar que los negros y mestizos afrontan muchas dificultades para obtener empleos considerados buenos, aunque posean el nivel educacional requerido en estos cuarenta y nueve años de Castrismo.
Es excepcional, por ejemplo, encontrar a una joven negra que sea dependiente de las tiendas dolarizadas. "A duras penas se ve en ese tipo de comercio a una Mulatica bonita. Y si hubiera una excepción, es suficiente para justificar la regla", es el comentario general. En más de una ocasión, la falta de sensibilidad humana ante este fenómeno alcanza niveles de crueldad. Por lo que trayendo a colación el recuerdo expongo el siguiente ejemplo que es ilustrativo:
Mario Alberto Pérez Aguilera es un recluso común que estuvo en huelga de hambre durante 46 días junto al hoy expreso político "Antúnez", en la cárcel "Nieves Morejón", ubicada en la provincia Sancti Spíritus.
En una de las tantas ocasiones ese preso, Inés Pérez Aguilera, informó que Alberto inició otra huelga de hambre, porque entendía que los carceleros obstruían los trámites que pudieran librarlo de una condena de 48 años de prisión, ¡por el presunto robo de un cerdo!
Más significativo que la sanción desproporcionada, fue que el día del supuesto robo Alberto se encontraba en el campamento de reclusos La Angelina, en el municipio Jatibonico, provincia Sancti Spíritus, y el jefe del penal en ese momento, Julio González Guillén, dio fe de esto en carta dirigida a las autoridades que revisaban la causa.
De acuerdo al criterio de especialistas en Derecho Penal, sanciones tan severas sólo se aplican a reincidentes. Los especialistas, que no quisieron ser identificados, rehusaron explicar por qué hay tantos reincidentes.
Y aunque en todas partes del mundo y en todas las épocas han existido personas que se apropian de lo ajeno, ya es hora de responder por qué tantos jóvenes cubanos, principalmente negros que nacieron en la era socialista, están encarcelados por cometer delitos de robo con fuerza de manera reiterada.
Hubo una etapa en Cuba, y los que la vivieron pueden dar fe, que la leche se despachaba a domicilio y el litro -o los litros- de leche se dejaban en la puerta de los clientes en horas de la madrugada, y nadie se los robaba.
Ahora a nadie se le ocurriría dejar, no digo un litro de leche, ni siquiera un periódico en la puerta de su casa

No hay comentarios: