martes, 16 de enero de 2007

ARTICULO

Mayimbes en el Focsa




Por: Fara Armenteros


Cathartes aura es su nombre científico. Mayimbe, su nombre en lengua bantú, y según la regla de Palo Monte es mensajera de Nsambi (Dios) por el día.
Algunos naturalistas afirman que el vuelo de esta ave es casi perfecto. En algunos de los países donde vive es conocida como Aura Tiñosa. Se dice que es familia del buitre. Paleros y Santeros cubanos lo consideran animal sagrado, porque "uria (come) lo malo y no le hace daño".
MAGNIFICENCIA PERDIDA
Construido en la década del cincuenta, del siglo pasado, en la barriada habanera del Vedado, el edificio Focsa se alzó como un coloso magnifico en la manzana que comprende las calles M, N, 17 y 19. Se consideró como una maravilla de la ingeniería civil cubana, con sus treinta pisos y trescientos setenta y cinco apartamentos de lujo, dos restaurantes: La Torre y El Emperador, y todos los servicios que se pudieran necesitar.
A partir de 1959 muchos de sus apartamentos fueron entregados por el gobierno a funcionarios del nuevo régimen. También vivieron en ellos muchos técnicos y especialistas del campo socialista que trabajaron en Cuba antes de la caída del Muro de Berlín.
Como el edificio nunca recibió el mantenimiento que requería, en parte por abandono, en parte por falta de recursos, la mayor parte de los funcionarios que allí vivían se mudaron en busca de mejor hábitat, y los técnicos de Europa del Este se marcharon a sus países de origen tras la caída del campo socialista.
Desde entonces el Focsa avanza con pasos rápidos hacia la ruina, ante la mirada de los habaneros que observan impotente y melancólicamente la destrucción del edificio.
Hace unos meses se supo que a un elevador del Focsa en el que viajaban varias personas se le partieron los cables de acero, cayó a tierra, y al menos tres de ellas murieron.
En toda la superficie exterior del edificio, como una erupción, se pueden ver las marcas de los lugares que ocuparon los aparatos de aire acondicionado.
INQUILINOS SINGULARES
La imagen del Focsa es sombría, y para muchos habaneros es sobrecogedora, pues consideran que las auras tiñosas son portadoras de malos presagios. Decenas de estas aves se han instalado en este edificio.
Un vecino del lugar dice que las auras viven en los patios de los apartamentos vacíos. "Depositan los huevos en los lavaderos", agregó.
Por su parte, los inquilinos aseguran que las aves deambulan por las escaleras de servicio del Focsa y por los pasillos de los pisos superiores, que se encuentran prácticamente deshabitados. "Dejan plumas y excretas por doquier. Hay un olor muy desagradable", apunta un inquilino del edificio.
Expertos en ecología explicaron que las auras tiñosas llegaron allí porque la altura del edificio les ofrece condiciones favorables de hábitat, pero que también encontraron posibilidades de proveerse alimentos.
Los actuales residentes del Focsa -que no pueden escoger otro lugar donde vivir- se preguntan hasta cuándo tendrán que compartir el sitio con esas aves, que han ido ganando espacios, y no las pueden eliminar porque es considerado un animal útil.
"Cuando mayimbe kuenda nsulu vititi pa ntoto, se uria lo malo y no le hace daño", sentencian los paleros cubanos. Esto significa, más o menos, que cuando el aura tiñosa vuela por el cielo mira hacia la tierra, ubica el lugar donde hay carroña, desciende, se la come y no le hace ningún daño.

Mi amigo el "Taita" (sacerdote supremo de la regla de Palo Monte) me acompañó hasta el Focsa. El me dijo: "Convéncete, hermanita, los mayimbes sagrados son mejores que los mayimbes profanos. Aquellos por lo menos limpian el ambiente, son carroñeros, pero éstos son parásitos".