miércoles, 12 de agosto de 2009

ARTICULO. DESCONOCEN DERECHO A LA LIBERTAD DE EXPRESION.


Por: Fara Armenteros


A pesar de que la libertad de prensa es una manera de garantizar el respeto a los derechos humanos, el Congreso de Periodistas Latinoamericanos y Caribeños que tuvo lugar recientemente en Ciudad de La Habana no mencionó en su declaración final que al pueblo cubano se le priva de esa libertad.

Sin embargo, los periodistas que participaron en esta reunión proceden de sociedades democráticas donde pueden expresarse libremente. También pueden tomar parte libremente en congresos efectuados en Cuba o en cualquier sitio del orbe, regresar a sus países de origen para proseguir sus trabajos sin sufrir la represión de la policía política.

Los periodistas latinoamericanos y caribeños reunidos en La Habana se pronunciaron contra el terrorismo y la guerra, analizaron los problemas económicos del continente, de la manipulación de la información y de la censura, entre otros.

Pero los periodistas independientes cubanos no tuvieron espacio en ese evento, a pesar de que tienen el justo reconocimiento de sus lectores fuera del país, porque en la isla se les prohíbe publicar.

Los colegas latinoamericanos y caribeños desconocieron el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y también la Declaración de Windhoek, que proclama la necesidad de la libertad de prensa como esencia de todo desarrollo democrático y económico, y en la cual se plantea que la censura sea declarada ilegal por considerarla un atentado a los derechos humanos.

Los periodistas latinoamericanos, caribeños y oficialistas cubanos tampoco tuvieron en cuenta el pensamiento donde el periodista José Martí expresó: "La libertad es el derecho que tiene todo hombre honrado a pensar y hablar sin hipocresía".

martes, 5 de agosto de 2008

Sobre Cuba


Violencia en Cuba


Fara Armenteros,

Periodista cubana exiliada en Miami

En Cuba, como en cualquier parte del mundo, las muertes por actos violentos enlutan los hogares de numerosas familias, pero los medios de prensa nacionales, absolutamente controlados por el Partido Comunista, no tratan este tema.



La violencia aumenta en la Isla por diferentes motivos, entre los que resaltan la pérdida de valores, la politización de la educación y la escasez generalizada que padece la gente.

Actos violentos tienen lugar en cualquier provincia de país, y la capital, por supuesto, no está exenta de este flagelo.

Recientemente, el 4 de abril, vecinos del reparto Santa Amalia, en el municipio Arroyo Naranjo presenciaron cómo un individuo acuchillaba a su ex esposa. La víctima suplicaba que no la hiriera más, pero el hombre siguió hundiendo el cuchillo en su cuerpo. "La joven murió a causa de las heridas", recordó un testigo del hecho de sangre.

Todavía un sector de la disidencia habanera lamenta la muerte de la sindicalista independiente Johanna González, también apuñaleada por quien había sido su esposo.

Pero estos casos sólo son un par de ejemplos de mujeres muertas a manos de sus ex esposos. Hay otras formas de violencia. Hay violencia en la fila del pan, en la parada de los ómnibus, en los mercados, en las escuelas y en los hogares, donde muchas veces se pelea por un tubo de pasta dentífrica o por un frasco de detergente líquido.

En ocasiones la violencia es sutil, otras trágica y brutal como en el caso de estas dos mujeres, y muchas veces es violencia policial como la que padeció el disidente del Partido Democrático 30 de Noviembre Ramón Santiago López cuando, en horas de la madrugada, agentes de la policía política lo arrestaron en Regla, lo soltaron en las afueras de la capital y de regreso a su casa fue asaltado sospechosamente por dos jóvenes en bicicleta. A dos meses de la agresión, aún no se ha recuperado de las lesiones.

La violencia, en todas sus manifestaciones posibles, existe en Cuba. La diferencia con otros países es que el gobierno y los medios de prensa manipulan la información al respecto.

domingo, 13 de julio de 2008

CRONICA


Hace Catorce Años....

Fara Armenteros


La madrugada del 13 de julio de MIL 994 fue hundido por las autoridades cubanas, a unas siete millas del litoral habanero, el remolcador "13 de Marzo", en el que 72 personas, trataron de escapar de la tirania cubana y alcanzar tierras de libertad.Este acto criminal dejo un saldo de 31 victimas entre ellas 10 niños entre 5 meses y 12 años de edad.

La embarcacion fue perseguida desde el momento que zarpo del puerto de La Habana, pues sus planes fueron descubiertos por una delacion. por barcos "Polargo" equipados para apagar incendios que con chorros de agua a presion barrieron la cuberta del remolcador obligando a los pasajeros a refugiarse en la sala de maquinas-
Luego lo embistiron hasta quebrar el casco y para acelerar el macabro asesinato navegaban velozmente en circulos formando un remolino que succionara los restos de la nave y a las personas que no se hagbian hundido con la embarcacion.

Gracias a la presencia de un buque griego que se dirigia a la Bahia de la Habana y cuyos tripulantes observaban el crimen, la tripulacion de una lancha del cuerpo de guardafronteras cubano, que habia presenciado impaciblemente toda la operacion, se acerco al lugar de los hechos y reswcato a 41 sobrevivientes.

El gobierno de La Habana no solo se nego a extraer los cuerpos de las victimas del fondo del mar, sino que no acepto que se habia cometido un crimen...uno mas contra el pueblo cubano esta vez demasiado macabro.

El testimonio de los sobrevivientes nos da la magnitud del dantesco sufrimento de los viajeros del "13 de Marzo" .A catorce años del acontecimiento al recordar las entrevistas trasmitidas por estaciones radiales fuera de cuba es inivitable sentir estremecimiento sin embargo a los ejecutores nada los detuvo, ni el llanto y la agonia de niños ni el clamor de mujeres.

"Hace catorce años que todo el puieblo cubano esperamos justicia por los mueretos del 13 de julio " dice Ramon, un campesino desterrado del Escambran que ahora vive con su familia en el exilio .Su esposa Maricela añade, se impone justicia por, los asesinados en el mar el trece de julio de mil novecientos noventa y cuatro y por todos los crimenes que ¡ha cometido el comunismo en Cuba ....llevan años y años matando gente ..
.¿Como es posible que no pase algo?....¿Como es posible que tanto crimen quede impune? a veces me pregtunto si esposible borrar tanto dolor con la mencion de cambios, no me refiero al hambre, a la miseria o a la falta de oportunidades ...los comunistas la han pasado asesinando y como si nada " concluye la mujer y en sus ojos se ve brillo de lagrimas. su marido compasivo concluye que ella esta muy sensible porque no se ha podido reponer de como fueron sacadas familas enteras del Escambray ,(maciso montañoo del centro del pais)y transportadas, como ganado a Pinar del Rio y otros lugares para formar lo que nosotors llamamos pueblos cautivos.

martes, 10 de junio de 2008

CRONICA




Garantías racionadas

Fara Armenteros


La memoria nos esclaviza de forma inevitable, y nos regresa de un golpe a hechos y sucesos acaecidos en la Primavera Negra, la más cruda represión orquestada por la maquinaria represiva de Fidel Castro.

Hoy viene a mi memoria 'os setenta y siete periodistas independientes y opositores pacíficos -entre ellos una mujer- que fueron sancionados a penas de entre seis y 28 años de privación de libertad y que engrosaron las filas de los cientos de prisioneros políticos cubanos que expiran injustas condenas en las cárceles cubanas.

Después de haber sido sometidos a procesos judiciales sumarios, esperaban las conclusiones del Tribunal Supremo Popular, que por costumbre ratifica las peticiones de su homólogo provincial.

Familiares de los condenados se planteaban que en el proceso y las garantías procesales fueron racionadas. Los abogados defensores tuvieron poco tiempo para preparar sus alegatos y casi todos conocieron a sus clientes momentos antes de comenzar los juicios orales.

Algunos acusados supieron la fecha del juicio cuando les abrieron la reja de su celda para llevarlos al tribunal.

Libros, medicinas, cámaras fotográficas, máquinas de escribir y computadoras ocupadas durante los registros fueron las supuestas pruebas que presentó la fiscalía para apoyar su acusación de delitos contra la seguridad del estado en complicidad con la Oficina de Intereses de E.U. en La Habana.

Todo esto sustentado con documentos públicos de USAID y la NED obtenidos en la Internet.

En los juicios orales la fiscalía presentó como testigos a agentes encubiertos "infiltrados" entre periodistas independientes y opositores pacíficos, cuyos testimonios no aportaron nada "que el mundo no conociera", según familiares que presenciaron las vistas.

La mayoría de las organizaciones opositoras solicitaban su inscripción en el Registro de Asociaciones del Ministerio de Justicia, pero éste no las reconocio

. Son agrupaciones no violentas y transparentes. Sus programas se divulgan por todos los medios de que disponen sus integrantes.

Nada que no fuera de conocimiento público pudieron aportar los agentes Octavio, Miguel, Vilma, Tania, Ernesto… Su "destape", por otra parte, no fue una gran sorpresa para la mayoría de los opositores, ya que tenían "bola de chiva", como se dice en el argot popular cubano.

Según expresaron detalladamente los agentes, se dedicaron a ganarse la confianza del exilio y de los funcionarios de la Oficina de Intereses de E.U. en La Habana para obtener recursos y tratar de demostrar que los norteamericanos auspiciaban las actividades de la oposición cubana.




Es innegable que lograron brillar, aunque como estrellas fugaces a las que ni la persona más ingenua pediría un deseo. Y conste que lo pregunté a decenas de personas.



Un abuelo que enseñaba a patinar a su nieto en la acera de un reparto habanero llegó a decirme: "Yo no quiero saber de quien contribuye a aumentar las penas de las personas encarceladas injustamente". Y añadió: "Piense en el Monumento al Caído y encontrará respuesta a lo que deseo expresar".




Monumento al Caído es el nombre de una gran escultura de bronce que se encuentra en un parque habanero, en la Avenida Ayestarán, y representa a un jinete en movimiento que se inclina y extiende su mano a un hombre que yace en el suelo tratando de alcanzar la mano que le ofrecen.



Los meses de marzo y abril de 2003 fueron un tiempo oscuro para la jurisprudencia cubana, que una vez más se ha visto doblegada por la intransigencia del poder.




Por una parte, la ofensiva contra opositores pacíficos y periodistas independientes. Por la otra, el juicio sumarísimo seguido contra los secuestradores de la lancha Baraguá, en el que tres de los acusados fueron condenados a la pena capital, un proceso que necesitó sólo seis días para juzgar y ajusticiar a los condenados.



El ejemplo más relevante de una sanción caprichosa fue la del doctor Oscar Elías Biscet González, quien volvió a ser encarcelado a los 36 días de haber sido puesto en libertad después de cumplir una condena de tres años de prisión.




Pasó tres meses en la cárcel y fue sometido a juicio nuevamente, y condenado a 25 años de privación de libertad por el mismo delito: defender los derechos humanos del pueblo cubano.



Quien lea esto no podrá comprender como una injusticia san soberbia ocurrio en la isla, y aun esos inocentes esten condenados, sin garantias, sin saber cuando podran ver la luz, maltratados, acosados, humillados, y en medio de un hacinamiento y una mala atención humana que frisa la peor de las indolencias.

viernes, 6 de junio de 2008


Artesanía cubana: una alternativa




Fara Armenteros


El trabajo artesanal del cubano en la actualidad puede decirse que tiene dos aspectos: uno es la expresión artística y el otro la confección de objetos de adornos y el uso cotidiano.
Este quehacer artesanal arranca con fuerza a finales de los años 70 cuando grupos de personas con habilidades manuales y talento artístico, utilizando materiales desechables para la industria, rescataron oficios que parecían perdidos.
Carpinteros, modistas, herreros, bordadoras, joyeros, talabarteros, tejedoras, alfareros y otros, confeccionaron piezas de mucha calidad y belleza que tuvieron oportunidad de exponer y vender los sábados en la Plaza de la Catedral.
El ingenio del cubano se puso en función de resolver sus propias necesidades, y muy pronto los Sábados de la Plaza se convirtieron en un mercado que se extendió a las calles que dan acceso a la Catedral y hasta la Plaza de Armas.
"Allí se vendía de todo, ropas, zapatos, joyas, adornos, pero lo bueno dura poco", dice un artesano que participó en la actividad. "Aquello se acabó y un buen día la policía amaneció deteniendo artesanos en sus casas, que luego fueron enjuiciados y sancionados a privación de libertad, acusados de actividad económica ilícita... Todo les fue decomisado, es un riesgo que corre todo aquél que trata de levantar cabeza por su cuenta en este país", concluyó y no quiso dejar su nombre porque "no hace falta, ocurrió así, pregúntale a cualquiera".
No tengo que preguntar más. "Conozco de muy cerca lo sucedido", le contesté.
Actualmente el movimiento artesanal cubano es tolerado por las autoridades aunque con muchas restricciones.
Los artesanos artistas, como los artistas plásticos, pueden exponer y vender sus obras en las galerías de arte y tienen fuertes gravámenes sus piezas. El estado es el único autorizado para comercializar obras de arte y de artes aplicadas.
En las ferias donde participan los artesanos que fabrican y venden objetos de utilidad cotidiana, cacharros de cocina, ropas, adornos, calzados y hasta souvenirs para turistas los artesanos pagan un impuesto en divisas que les permite vender en moneda nacional y en dólares. Este gravamen oscila desde 26 hasta 159 dólares, según el producto que se confeccione.
Los que venden en la feria de la Habana Vieja necesitan una autorización de la Oficina del Historiador, que les emite un carnet y una credencial, ambos con su fotografía y que entrega la dirección de identificación de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) al precio de seis dólares cada una. Por el espacio donde se sitúan para vender pagan 60 pesos diariamente y no se admiten inscripciones de nuevos artesanos.
Las ferias cuentan con la aceptación de la población, que tiene la posibilidad de comprar en moneda nacional, artículos de calidad. "Aunque los precios son altos puedo comprar con el dinero del salario. Y los zapatos, por ejemplo, son mejores que los de la shopping", asegura una mujer que lleva en una jaba un par de zapatos que compró para su hijo de 7 años al precio de 210 pesos. "Hace tres meses le compré un par de zapatos en la tienda, que me costaron 14 dólares (364 pesos al cambio) y a la segunda puesta regresamos a la casa con un zapato en la mano, se le despegó la suela completa", concluyó.
"El precio que ponemos a nuestras mercancías", señala un artesano que vende en la feria de la Virgen del Camino, en el municipio capitalino San Miguel del Padrón, "está en dependencia de los impuestos, el gasto en materiales, que por lo regular tenemos que adquirir en divisas... Todos los gastos de producción corren por nosotros... esta relativa independencia, tiene su precio. No me quejo, y tratamos de mantener la calidad de los productos porque es la garantía de nuestra permanencia... Cuando el gobierno lo entienda, elimina esta actividad económica alternativa, como ha sucedido mas de una vez".
En la capital cubana funcionan ferias de artesanía en varios municipios. Los más nombrados son los de la Habana Vieja, frente al Seminario San Carlos, en el malecón Habanero y en La Rampa, también los de La Palma y la de la Virgen del Camino.

lunes, 17 de marzo de 2008

Musica Cubana

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domingo, 2 de marzo de 2008

CRONICA

El decomiso de productos
agrícolas en la isla

POR: FARA ARMENTERO.



Torriente es un pueblecito ubicado en el municipio Jagüey Grande en la provincia cubana Matanzas, muy cercano a la Ciénaga de Zapata. Allí reside Teresa, Cecilio y sus tres hijos. El es nacido en Torriente, la esposa y los niños en la capital del país.

Cuando los hijos de esta pareja eran niños vivían con la madre en La Habana, mientras Cecilio trabajaba y residía en su pueblo natal. El hombre iba a la capital cada dos o tres meses y le llevaba a su familia viandas, frijoles, frutas y miel de abejas, entre otros productos agrícolas.

Por su parte, Teresa compartía los alimentos que le llevaba su esposo con familiares y vecinos.

Un día la maestra de primer grado Magdalena visitó a Teresa y le dijo a ésta: "Mira lo que me dio Wilmer (el más pequeño de los tres hijos de la pareja)", al tiempo que sostenía un hermoso mango entre las manos.

"Sí, ¿tienes miedo comerlo?", le contestó jocosamente a la educadora.
"No, Teresa, es que como él me lo regaló no sé si tú tienes conocimiento de ello" -explicó Magdalena.

"Mira, no te preocupes Magdalena, desde anoche Wilmer separó ese mango para tí -apuntó la madre del niño- mira a ver qué haces con él".

"¿Con el mango o con el niño, que es uno de los que me tiene el aula revuelta?" -inquirió la maestra.

"Con los dos. De todos modos muchas gracias por la preocupación" - añadió Teresa.

Tanto Teresa como su esposo siempre actuaban de esta manera para aliviar alguna necesidad. Lo hacían alegre y sinceramente.

Con el tiempo y gran esfuerzo Cecilio pudo fabricar una casa pequeñita y comenzaron a vivir juntos en Torriente.

Por suerte, este compatriota se libró del peligro de seguir con sus viajes a La Habana.

Un mal día 17 personas fueron detenidas por la policía en el tramo de la autopista nacional que conduce a Torriente, según me afirmó Luis Amaya Fleites, un residente de la zona. La mayoría de los detenidos eran mujeres. Llevaban jabas con productos agrícolas. Les decomisaron los alimentos y les impusieron multas a todos.

"La gente considera arbitrario este procedimiento porque todo el que carga viandas, frutas, hortalizas y otros productos hacia La Habana no siempre es para lucrar, y generalmente los que comercian con ellos lo hacen para ganarse el sustento de cada día" -me comento Amaya Fleites.

No mas de una vez se han levado arrestadas a varias personas que comercian con productos agrícolas, Hubo un caso en que un carro patrullero se volcó por ir a exceso de velocidad. "La policía no sólo pone en riesgo la vida de sus integrantes, sino también la de los detenidos" -precisó el hombre.

Recuerdo que mientras Amaya Fleites me narraba estos hechos pensé en Cecilio, Teresa y sus hijos.

Menos mal -pensé- que Cecilio ya no tenía que llevarle alimentos a sus hijos a la capital, ¿quién sabe qué le hubiera sucedido a este buen padre?